LEMA PASTORAL: 2012-2013








Con fe nada es igual. Es el lema elegido por el Departamento de Pastoral para este curso 2012/2013. La fe en la vida de un cristiano y, en especial, en la cotidianidad de los niños es fundamental para que crecer en amistad con Dios Padre.

En estos tiempos en los que vivimos nada es igual. No es lo mismo afrontar la vida con fe que sin fe. De ahí que todos nosotros nos debamos sentir solidarios y llamados a reavivar el don de la fe, de comunicar nuestra experiencia de fe y caridad sin dejar de lado a nadie.

El cartel de este curso pastoral, “Con fe nada es igual”, quiere reflejar la proclamación anual del Santo Padre como “Año de la Fe” y la invitación a hacer conscientes a nuestros hijos, alumnos y compañeros de que la fe “es compañera de vida que nos permite distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace por nosotros. Tratando de percibir los signos de los tiempos en la historia actual, nos compromete a cada uno a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo”.

Con fe nada es igual. No es lo mismo estar en silencio que estar hablando. No es lo mismo tener nuestra lámpara encendida que tenerla apagada, porque no es lo mismo ocultar bajo los pliegues de las cosas ordinarias la novedad del Evangelio que presentarlo claro e iluminar a los demás, poniéndola a disposición en el candelero. De esta manera, la fe será luz en la oscuridad. No es lo mismo “recibir” que “dar”, pero con la fe “recibir” y “dar” forman el hilo de un proceso único de crecimiento vital.

Nuestras manos sirven para dar y recibir. En nuestro cartel aparecen las manos. ¿Por qué unas manos? Son muchos los significados y sentidos que podemos dar a este miembro del cuerpo humano. En la calle nos encontramos con afirmaciones como manos libres, segunda mano, fuera de mano, tener a mano, cambio de mano, etc. Pero las manos también significan consuelo, aprobación, ayuda y oración.

Juntemos nuestras manos para colaborar todos en esta tarea tan agraciada de la educación en el Colegio Santa María la Blanca. Juntemos nuestras manos a la altura del pecho para rezar, es ahí donde se encuentra el corazón, el alma, que es nuestra fuente de poder y luz, nuestro amor que de ahí emana, ya que Dios es Amor.

El lenguaje simbólico de las manos también nos acerca a la presencia de Dios por medio de los sacramentos. ¡Qué bonita imagen la de Jesús imponiendo las manos sobre los niños, orando por ellos! En el colegio debemos ayudar a los niños a prepararse para estos hitos tan importantes en la vida de los cristianos. 
Las manos y la palabra son un estupendo binomio. Unas manos extendidas hacia una persona o una cosa y unas palabras que oran y declaran. Las manos elevadas apuntando al don divino, y a la vez mantenidas sobre una persona o cosa, expresan la aplicación o atribución del mismo don divino a estas criaturas.

Durante este curso pastoral dejémonos tocar por la mano de Dios. En los momentos menos buenos recordemos esas palabras de Jesús: “mira mis manos”. Él lleva siempre un retrato pequeño de nosotros grabado en sus manos. No perdamos de vista la mano poderosa de Dios que bendice, que consagra, que inviste de autoridad y que es representada sacramentalmente por la mano de un ministro de la Iglesia, extendida con humildad y confianza sobre las personas o los elementos materiales que Dios quiere santificar.

Padres, alumnos, docentes, personal, amigos, recordar siempre que con Fe nada es igual. Como dice la canción del video clip: Ya, nada es igual; Ya, nada es igual; en mi corazón; un todo cambió; un nuevo sentir; late hoy en mi; sólo queda decir; que Tú eres mi vivir.


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